¿Fui una abuela tacaña o una madre incomprendida?
Me llamo Dolores y toda mi vida la he dedicado a mi familia y a la tierra que heredé de mis padres en Castilla-La Mancha. Hoy, sentada en la cocina vacía, me pregunto si el amor se mide en caramelos o en sacrificios silenciosos. La discusión con mi yerno por mi nieta Lucía ha abierto heridas que creía cicatrizadas.