En los silencios de la casa: El eco de una abuela rota
Mi vida se partió en dos el día que mi hijo Sergio decidió marcharse, dejando atrás a su familia y a mis nietos. Desde entonces, lucho por mantenerme cerca de ellos, intentando reparar lo irreparable y encontrar sentido a mi propia soledad. Cada día es una batalla entre el amor, la culpa y la esperanza de que algún día podamos perdonarnos.