Dos años de silencio: la historia de una madre y su hija perdida

Dos años de silencio: la historia de una madre y su hija perdida

Hace dos años que mi hija Lucía no me llama ni me escribe. Vivo sola en mi piso de Salamanca, y aunque intento llenar el vacío con visitas y dulces conversaciones con mi vecina Clara, el dolor de la ausencia de mi hija me consume. Hoy, por primera vez, me atrevo a contar mi historia, esperando que alguien entienda lo que significa perder el contacto con lo que más amas.

¿Quién decide cómo debe ser una abuela?

¿Quién decide cómo debe ser una abuela?

Ayer, mi hija Lucía me gritó que debía comportarme como una abuela ‘de verdad’, vestirme de otra manera y dejar de salir tanto con mis amigas. Me sentí atrapada entre las expectativas de mi familia y mis propias ganas de vivir intensamente, aunque ya tenga 62 años. Esta es la historia de cómo lucho por no perderme a mí misma en un mundo que parece tenerlo todo decidido para las mujeres de mi edad.