El precio del silencio: Cuando el amor de una hija se mide en euros
Mi nombre es Carmen y, tras jubilarme, me vi obligada a dejar de ayudar económicamente a mi hija Lucía. Desde entonces, ella dejó de invitarme a su casa y no he vuelto a ver a mi nieto en un año. Esta historia es el relato de mi dolor, mis dudas y la soledad que me ha dejado una familia que creía inquebrantable.