Esa noche en que eché a mi hijo y a mi nuera: el día que recuperé mis llaves y mi dignidad
Aquella noche, tras años de silencios y decepciones, tomé la decisión más dura de mi vida: echar a mi propio hijo y a su esposa de mi casa. No fue un arrebato, sino el resultado de meses de abusos y falta de respeto. Ahora, mientras repaso cada detalle, me pregunto si la familia puede sobrevivir a ciertas heridas.