«En el Desayuno, Mi Suegra No Paraba de Quejarse de que Nunca Volvería»: Encontrando Alegría en una Independencia Inesperada
Todos estos problemas secretamente nos deleitaban, ya que habíamos soñado durante mucho tiempo con nuestro propio pequeño refugio. En un mes, resolvimos todos los detalles de nuestras cuentas personales, conseguimos internet y televisión por cable, y encontramos una felicidad inesperada.