Creí que casarme a los 60 sería un cuento de hadas, pero la realidad fue muy distinta
Mi vida parecía estar en orden hasta que decidí casarme a los 60 años, convencida de que aún era posible empezar de nuevo. Sin embargo, la convivencia con mi nueva pareja y el conflicto con mi hija Lucía desataron una tormenta emocional que jamás imaginé. Ahora, miro atrás y me pregunto si la felicidad tardía es realmente posible o solo una ilusión.