El eco de los silencios: una vida entre llamadas y ausencias
Me llamo Agata y, desde que me jubilé, mi vida se ha llenado de silencios interrumpidos solo por llamadas de mis hijos, que suenan más a obligación que a cariño. Recuerdo el día en que mi marido me dejó sola con tres hijos pequeños y cómo luché por sacarlos adelante, esperando siempre que el amor que les di volviera a mí algún día. Ahora, en mi vejez, me pregunto si el interés de mis hijos es sincero o si solo esperan el momento de heredar lo poco que tengo.