La cena que rompió el silencio
Mi nombre es Carmen y nunca imaginé que una simple cena familiar pudiera abrir tantas heridas. Todo comenzó cuando mi nuera, Lucía, decidió cambiar el menú de nuestra tradicional comida de los domingos. Aquella noche, la comida fue solo el pretexto para desenterrar viejos resentimientos y poner en jaque la unidad de mi familia.