Cuando eché a mi hijo y su esposa de casa: el precio de la culpa
Siempre intenté ser una buena madre, aunque nunca perfecta. Cuando mi hijo Álvaro y su esposa Carmen vinieron a vivir conmigo, creí que era lo correcto, pero pronto mi hogar se convirtió en un campo de batalla. Solo cuando los eché, entendí cuánto me había dejado manipular por la culpa y cómo eso destruyó mi paz.