Un grito en la puerta de al lado: La súplica de Lucía
Una noche desesperada, llamé a la puerta de la señora Carmen, la vecina rica a la que nunca me había atrevido a mirar a los ojos. Mi madre no podía más y mi hermano necesitaba ayuda urgente. Lo que sucedió después cambió para siempre la forma en que veía a mi familia, a los vecinos y a mí misma.