El día que mi suegro vació la nevera (y mi paciencia)
Mi vida cambió el día que mi suegro, Ramón, empezó a venir a casa casi a diario, devorando todo lo que encontraba en la nevera. Entre discusiones con mi marido, miradas incómodas de mis hijos y el miedo de enfrentarme a Ramón, me vi atrapada en una espiral de frustración y culpa. Esta es la historia de cómo una nevera vacía puede poner en jaque a toda una familia.