En mitad de la vida descubrí que mis hijos no eran míos: el día que todo se rompió
Una tarde cualquiera, mi esposa Carmen me confesó entre lágrimas que nuestros hijos, Lucía y Álvaro, no eran biológicamente míos. Mi mundo se vino abajo en un instante, y tuve que enfrentar la traición, el dolor y la incertidumbre de mi propia identidad. Esta es la historia de cómo intenté reconstruirme tras perderlo todo.