«¡No Dejaré que mi Padre Acabe en una Residencia! – Mi Tía Dramáticamente lo Acogió, Solo para Enviarlo de Vuelta Meses Después»
Recuerdo vívidamente el día en que mi tía, la hermana de mi padre, decidió llevarse a mi padre enfermo a su casa. Las cosas que nos dijo fueron duras e inolvidables. Pronunció discursos grandilocuentes que podrían haber sido grabados en un libro de citas memorables. Mi tía no era particularmente amable. Nos insultó de varias maneras, acusándonos de querer abandonar a nuestro pobre y frágil padre.