El precio de un hogar: Cuando ayudar a un hijo se convierte en una herida
Siempre quise ser una buena madre para mis hijos, pero ayudar a mi hijo Luis con la hipoteca de su casa me ha dejado una herida profunda. Ahora, en la casa que ayudé a salvar, me siento como una extraña, y las palabras de mi propio hijo me duelen más que cualquier sacrificio que haya hecho. ¿Hasta dónde llega el amor de una madre cuando el agradecimiento se convierte en distancia?