Ellos banquetean, nosotros sobrevivimos: la cena que lo cambió todo
Anoche, mientras cenábamos gachas, mis padres llegaron tarde y se encerraron en su habitación tras rechazar mi invitación a cenar juntos. El olor a marisco y risas apagadas tras la puerta me desgarró por dentro. Hoy, me pregunto si alguna vez seremos una familia de verdad o solo compartimos techo y silencios.