Entre la culpa y el deber: la decisión que rompió mi familia
Tomé la decisión de llevar a mi padre a una residencia porque ya no podía cuidarlo sola, pero mi familia me acusa de haberlo abandonado. Me enfrento a reproches, silencios y miradas llenas de juicio, mientras lucho con la culpa y la certeza de que hice lo correcto para su bienestar. ¿Cómo se sobrevive cuando el amor y el deber parecen enemigos irreconciliables?