Cuando tuve que pedir ayuda a Don Ricardo: El día que mi orgullo se rompió
Me llamo Sofía y nunca olvidaré el día en que, con el corazón en la mano, tuve que pedirle ayuda a nuestro vecino adinerado, Don Ricardo, para mi madre enferma y mi hermano pequeño. Aquella tarde, entre lágrimas y silencios, descubrí la verdadera cara de la solidaridad y la fragilidad de los lazos familiares. Lo que sucedió después cambió para siempre mi manera de ver a los demás y a mí misma.