Las Consecuencias Inesperadas del Sacrificio de una Madre
Cuando mi hija Valeria comenzó la primaria, decidí dejar mi trabajo para dedicarme completamente a su educación y actividades extracurriculares. Ahora que Valeria está en octavo grado, me encuentro luchando por reinsertarme en el mercado laboral a mis cuarenta y tres años. Pensé que estaba tomando la mejor decisión para mi familia, pero la realidad me ha dejado sintiéndome perdida y cuestionando mi valor.