Un fin de semana que nunca olvidaré: Cuando mi suegra cruzó la puerta (y los límites)
Pensaba disfrutar de un fin de semana tranquilo con mi marido y mis hijos en nuestro piso de Madrid, pero todo cambió con una llamada inesperada de mi suegra, Carmen. Su visita trajo consigo viejas heridas, tensiones familiares y la eterna pregunta sobre los límites entre ayuda y control. Al final, tuve que enfrentarme a mí misma y decidir hasta dónde estaba dispuesta a llegar por la paz familiar.