Cuando el amor se convierte en cuentas: La historia de una madre madrileña
Me llamo Carmen y he dedicado mi vida entera a mi hija, Lucía, sacrificando sueños y ahorros para que nunca le faltara nada. Ahora, tras jubilarme y dejar de poder ayudarla económicamente, Lucía ha dejado de visitarme con mi nieto, Pablo. Me siento traicionada y perdida, preguntándome en qué momento el amor de una madre dejó de ser suficiente.