La visita inesperada de las diez: cuando la verdad se cuela entre las cortinas
Esa mañana, entré en casa de mi hijo Sergio sin avisar. Encontré a mis nietos jugando solos y a Lucía, mi nuera, aún dormida. Lo que descubrí después me hizo replantearme todo lo que creía saber sobre el cansancio y la familia.