Cuando la puerta no se abre: El día que no dejé entrar a mi suegra
Mi nombre es Victoria y nunca olvidaré el día en que mi suegra, Carmen, apareció sin avisar en la puerta de mi casa. Aquella tarde, mientras mi bebé dormía y yo intentaba recuperar un poco de calma, tuve que tomar una decisión que cambiaría para siempre la relación con mi familia política. Lo que parecía un simple portazo se convirtió en una batalla silenciosa sobre los límites, el respeto y el derecho a tener mi propio espacio.