Promesas rotas en la Gran Vía: el piso de la abuela y el precio de la familia
Mi vida cambió el día que mi madre me confesó que se divorciaba y que el piso de la abuela, que me había prometido, sería ahora solo para ella. Acababa de casarme con Luis y toda nuestra ilusión se desmoronó en un instante. Entre reproches, secretos familiares y decisiones inesperadas, tuve que enfrentarme a la verdad sobre mi familia y sobre mí misma.