Sesenta años esperando el amor: una vida entre sombras y esperanza
Nunca me casé ni tuve hijos, y durante décadas creí que la soledad era mi destino. Pero hace seis meses conocí a Patricia, y todo mi mundo cambió. Ahora, con casi sesenta años, me enfrento al mayor reto de mi vida: atreverme a amar y ser amado.