El precio de la armonía: una mañana cualquiera en la oficina
Me llamo Mariana y, aunque siempre fui la que animaba el ambiente en la oficina, esa mañana todo era distinto. El peso de mis problemas familiares y la presión económica me tenían al borde del colapso. Entre miradas curiosas y silencios incómodos, tuve que enfrentarme a mis propios límites y a la dura realidad de la vida en Ciudad de México.