Siempre disponible: el precio invisible de ser abuela
Me llamo Carmen y siempre he amado a mis nietos con todo mi corazón, pero últimamente siento que mi familia me da por sentada. Mi nuera, Lucía, me trata como si fuera la niñera de sus hijos, sin preguntar nunca si tengo fuerzas o ganas. Esta historia es mi desahogo, un grito silencioso que espero que muchas abuelas en España puedan entender y compartir.