Nunca viví con mi suegra y no pienso tolerar nueras en mi casa
Nunca conviví con mi suegra y decidí que tampoco permitiría que mis nueras vivieran bajo mi techo. Tras un divorcio doloroso, aprendí a valorar mi paz y mi independencia. Ahora, a mis cincuenta y seis años, enfrento la presión familiar y el juicio de la sociedad por querer vivir a mi manera.