El portal de la esperanza: Cómo Carmen me salvó de la soledad
Tras la marcha de mis hijos, la soledad se apoderó de mi piso en Madrid. Todo cambió cuando Carmen, mi nueva vecina, llamó a mi puerta con una tortilla de patatas y una sonrisa sincera. Su amistad me devolvió la fe en las personas y me enseñó que nunca es tarde para empezar de nuevo.