Cuando el silencio se instala en casa: la herencia que rompió mi familia
Hace cuatro meses tomé una decisión que cambió mi vida: transferí mi casa a mi nieto. Desde entonces, mi hija Lucía no me habla y la soledad pesa en cada rincón de mi piso madrileño. Ahora, entre recuerdos y remordimientos, me pregunto si existe perdón para quien, creyendo hacer lo correcto, termina destruyendo lo que más ama.