Nunca es tarde para amar: el renacer de Carmen, viuda en Salamanca
Me llamo Carmen y hace tres años que perdí a mi marido, Antonio. Desde entonces, la soledad y el miedo al qué dirán de mis hijos y de mi familia política me han acompañado cada día. Todo cambió cuando conocí a Manuel, y tuve que enfrentarme a los prejuicios de los míos para defender mi derecho a volver a ser feliz.