Cuando miré a los ojos de mi padre, encontré arrepentimiento, no ira
Toda mi vida creí que mi padre me había abandonado, porque así me lo contó mi madre, Carmen. Pero una tarde, un hombre llamó a nuestra puerta y puso en duda todo lo que yo creía saber. Ese encuentro me obligó a enfrentar los secretos y mentiras que habían marcado mi infancia y mi relación con mi madre.