La estación de Atocha y el eco de los pasos perdidos
Una mañana, decidí llevar a mi hijo a Madrid para buscar a su padre, quien nos había dado la espalda hace años. El viaje estuvo lleno de esperanza y miedo, pero lo que encontramos al final fue un golpe de realidad que me rompió el alma. Esta es la historia de cómo el amor de una madre puede resistir incluso cuando el mundo parece derrumbarse.