Nunca es tarde para amar: el renacer de Carmen, viuda en Salamanca

Nunca es tarde para amar: el renacer de Carmen, viuda en Salamanca

Me llamo Carmen y hace tres años que perdí a mi marido, Antonio. Desde entonces, la soledad y el miedo al qué dirán de mis hijos y de mi familia política me han acompañado cada día. Todo cambió cuando conocí a Manuel, y tuve que enfrentarme a los prejuicios de los míos para defender mi derecho a volver a ser feliz.

Cuando mi casa dejó de ser mi hogar: El viaje de Lucía entre la pérdida y el renacimiento

Cuando mi casa dejó de ser mi hogar: El viaje de Lucía entre la pérdida y el renacimiento

Sentada en la cocina de mi piso en Madrid, rodeada de platos sin lavar y el eco de un silencio insoportable, sentí cómo la soledad me devoraba. Mi matrimonio con Fernando se había convertido en una rutina helada, y yo me había perdido entre las obligaciones diarias, olvidando quién era realmente. Esta es la historia de cómo me atreví a buscarme a mí misma y a recuperar la felicidad.