El eco de los años: Cuando los hijos se van y el silencio pesa
Me llamo Carmen y soy madre de tres hijos que, como pájaros, volaron lejos del nido. La soledad se instaló en mi casa cuando el último cerró la puerta, y desde entonces, vivo entre recuerdos, cartas y la esperanza de una llamada. Hoy, mientras el reloj marca las horas en un salón vacío, me pregunto si alguna vez volverán a necesitarme.