¿Por qué nunca me abrazaste, mamá?
Una tarde cualquiera, mi hija Lucía me preguntó por qué nunca la había abrazado. Esa simple pregunta removió décadas de silencios, heridas familiares y secretos que siempre quise enterrar. Ahora, enfrentada a mi pasado y a mis propias carencias, intento comprender si aún puedo reparar lo que el tiempo y el miedo rompieron.