Derecho a amar después de los cincuenta: Mi vida contra los prejuicios
Me llamo Carmen y, tras cumplir cincuenta y dos años, me enamoré por primera vez desde mi divorcio. Luché contra los juicios de mis hijos, la soledad y mis propios miedos, pero decidí no renunciar a mi felicidad. Ahora me pregunto si realmente tenemos derecho a amar, incluso cuando quienes más queremos no lo comprenden.