No sabíamos lo que nos esperaba cuando mandamos a los niños con la abuela
Hace dos años, mi marido Álvaro y yo tomamos una decisión que cambió nuestras vidas: mudarnos a un piso nuevo para darles un futuro mejor a nuestros hijos. Pero las deudas, la distancia y el peso de la culpa nos han ido separando como familia. Ahora, al ver a mi hijo llorar por videollamada, me pregunto si realmente hicimos lo correcto.