Diez años de hipoteca y una promesa rota: el día que mi suegra se negó a marcharse
Me llamo Silvia y, tras diez años pagando una hipoteca para que mi suegra tuviera su propio piso, ella se negó a mudarse en el último momento. Mi marido y yo habíamos soñado con recuperar nuestra intimidad, pero la traición de Carmen lo cambió todo. Esta es la historia de cómo una promesa rota puede desgarrar a una familia.