El viejo brasero de Don Manuel y la lección que nunca olvidaré

El viejo brasero de Don Manuel y la lección que nunca olvidaré

Todo empezó con un simple deseo: quería pedir prestado el viejo brasero de mi vecino, Don Manuel. Su negativa tajante me dolió más de lo que esperaba, y lo que sucedió después cambió mi forma de ver a las personas y mis propios valores. Esta es la historia de cómo la codicia puede destruir mucho más que una relación de vecindad.